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  • jaguileramanovel

¿Cuáles son los cinco videojuegos que más me gustan?




Esta pregunta la contestaré un poco como hice con la pregunta de cuáles son las películas que más me gustan, pues me ocurre lo mismo: de primeras pienso en los últimos juegos que me han encantado (Bioshock, Resident Evil Village, 12 Minutos, What Remains of Edith Finch, Control…), pero cuando me tomo tiempo en la búsqueda de la respuesta más correcta, surgen los juegos que están grabados a fuego en mis recuerdos.



He de decir que todos los años juego a ellos, ya sea con la consola original, en un emulador o utilizando alguna versión remasterizada.



Duke Nukem 3D (1996) 3D Realms

Tomb Raider (1996) Core Design

Resident Evil (1996) Capcom

Metal Gear Solid (1998) Konami

Max Payne 2, the fall of Max Payne (2003) Remedy Entertainment



El orden vuelve a ser cronológico, no de preferencia.



Duke Nukem 3D y Tomb Raider los descubrí en casa de un buen amigo del colegio (yo no tenía PC en aquellos tiempos y él sí. Hola, Iker) y no llegamos a pasarnos ninguno de forma legal, pues quedábamos atascados con bastante facilidad, por lo que desistimos de proseguir con las aventuras de Lara Croft en la misión de la cisterna o usamos trucos para facilitar el avance de Duke (muy útiles los trucos DNSTUFF y DNKROZ). No fue hasta años después que conseguí pasarme los dos de forma honrada. A día de hoy me sigue sorprendiendo la inmersión que consiguieron a pesar de las limitaciones técnicas que tienen ambos, pero aún me asombra más que en cuanto a su jugabilidad no se les puedan poner muchos peros, bastantes juegos modernos tienen incluso menos cualidades que ellos.



Resident Evil lo compré pensando que sería algo más parecido al House of the Dead de los salones recreativos, pero por suerte me equivoqué, y tras comprar una tarjeta aceleradora 3D para mi ordenador, y esforzarme en aprender algo de vocabulario inglés más allá del que nos enseñaban en el colegio (en una ocasión tuve que traerme a casa a la profesora de inglés de una academia a la que iba para que me tradujera unas cuantas cosas. Hola, Carla) pude jugar a él y disfrutarlo mientras lo pasaba francamente mal. No sabía qué esperaba detrás de cada puerta o esquina. ¿Un lugar seguro con valiosos objetos, que aumentaran las probabilidades de sobrevivir y escapar de la mansión Spencer, o una trampa repleta de enemigos ansiosos por devorar al protagonista? Nunca se podía estar seguro. Pero a pesar de que no hubiera nada peligroso, la ambientación era tan soberbia que sentía que en cada centímetro cuadrado existía un peligro acechando o que algo atroz había ocurrido.




Metal Gear Solid lo descubrí por accidente cuando me disponía a irme del BLOCKBUSTER VIDEO de León sin nada en las manos en una lluviosa tarde de viernes y entró un chico que lo devolvía, alzando su voz a los cuatro vientos proclamando la obra maestra que era, hasta el punto de que los encargados tuvieron que pedirle que bajara un poco la voz. No lo dudé y me lo llevé, el juego, no al chico. Tenía razón. Y no diré mucho más, pues parte de la gracia es ir descubriendo todos los pequeños detalles que lo forman. Una obra maestra que hizo que la línea entre el cine y los videojuegos se hiciera algo imprecisa en ciertos momentos.




Con Max Payne 2 no pasó nada a destacar, había jugado al primero y esperaba con ganas la segunda parte, pero lo que encontré fue mucho más de lo que pude prever en todos los sentidos. Su magnífica historia de cine negro, sus giros argumentales, sus escenarios, su jugabilidad mezcla de Matrix y una película de John Wick, y, sobre todo, la gran cantidad de cosas que iban pasando alrededor de Max Payne durante el juego, desde escenas hilarantes muy tarantinianas a sucesos tremendamente escabrosos.



Fuera de la lista quedan muchos más, pero si son cinco, son cinco. Tal vez en el futuro extienda un poco más las listas.

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